
El título es un poco engañoso, porque lo cierto es que son libros de la biblioteca que ya tengo en casa. Porque, resulta, que tengo en casa CATORCE libros de la biblioteca. Así que, más o menos, supongo que se le podría llamar a esto un bookhaul de la biblioteca, más que una lista de libros de la biblioteca que quiero leer este año. Pero lo cierto es que quiero coger más libros físicos cuando pueda: libros feministas (que luego actualizaré en nuestro grupo de lecturas feministas Páginas Violetas) como The Female Man (El hombre hembra), de Joanna Russ (cuya no-ficción Cómo acabar con la escritura de las mujeres me encantó y reseñé aquí); Milk and Honey (Otras maneras de usar la boca), de Rupi Kaur, o Delusions of Gender (Cuestión de sexos), de Cordelia Fine. También me gustaría leer más cifi y fantasía, como The Long Way to a Small, Angry Planet (El largo viaje a un pequeño planeta iracundo), de Becky Chambers, o Mexican Gothic, de Silvia Moreno-Garcia (de este libro aún se espera la edición en español, aunque pareció confirmarse hace unos meses).
Además, tengo la suerte de contar con una magnífica biblioteca electrónica que se puede usar desde el ordenador que tiene muchos libros feministas que quiero leer, más concretamente este año quiero leer sí o sí: Hood Feminism, de Mikki Kendall (sin edición en español); Invisible Women (La mujer invisible), de Caroline Criado Pérez; The Light Bridgade (La brigada de la luz), de Kameron Hurley (de quien leí la no-ficción La revolución feminista geek, con reseña aquí, y Las estrellas son legión, o Lesbianas en el espacio, con reseña aquí), y Binti, la trilogía de Nnendi Okorafor, además de tener mucha variedad, como los libros de Poirot, de Agatha Christie, o libros juveniles como Dragon Pearl, de Yon Ha Lee, y The Stars We Steal, de Alexa Donne (ambos sin edición en español).
Pero aquí no habéis venido, creo, a oírme divagar sobre cuántos libros quiero leer. En realidad y como dije en mis própositos para 2021, quiero leer más feminismo, y en el reto de Páginas Violetas me he propuesto leer 12 libros feministas, de un total anual general de 36, así que probablemente no me de tiempo a leer todo lo de arriba, todo lo de abajo y todo lo que no es de la biblioteca. Pero los que sí tengo que leer son los que tengo secuestrados de la biblioteca. Se vienen: las fotos de los libros de la biblioteca que tengo en casa.
Libros que ya he leído
Como las bibliotecas están cerradas, también os traigo, de regalo, foto de los libros de la biblioteca que echan de menos su casita pero que, tristemente, siguen aquí. A finales de 2020 terminé de leer el segundo libro de la saga juvenil
Vampire Academy, de
Richelle Mead:
Frostbite (
Sangre azul en su edición en castellano). Así en resumen es una novela juvenil bastante inaguantable pero toca temas de responsabilidad y de PTSD. También sigo en posesión del último libro de la saga de
Percy Jackson and the Olympians (Percy Jackson y los dioses del Olimpo):
The Last Olympian (El último héroe del Olimpo en su... interesante traducción al español), de
Rick Riordan. De esta saga hicimos
una magnífica LC que me dio la vida (¡gracias otra vez, chicas!) y lo cierto es que me gustaría seguir... Cuando abran las bibliotecas.
Libros que tengo que leer, o La pila de la vergüenza
Lo llamo la pila de la vergüenza porque son nueve y, además, he sido incapaz de apilarlos para una foto. Pero bueno, os traigo varias, para compensar. En mi defensa, tengo tantos libros de la biblioteca porque algunos de éstos los pedí el marzo pasado y no llegaron hasta noviembre, así que de golpe y porrazo me tocó sacar una docena de éstos en el período de un mes. Mi intención es empezar a ponerme en serio con ellos, porque así no se puede estar y porque estaría bien poder devolverlos en cuanto me dejen.
Como podéis ver, son dos montoncitos bastante cuquis. Para nada pesados. Para nada ocupando más espacio del que tengo y para nada amenazando con sepultarme si no los leo rápidamente. La verdad es que vistos así, tan bonitos, hasta parecen inofensivos. Pero bueno, procedamos a hablar un poco y a detallar más de ellos.
El que debería leerme antes es
Loveless, de
Alice Oseman. En marzo saldrá publicado en español como
Sin Amor, por
Fandom Books, y a mí me lo recomendó muy fuerte
Esther. A rasgos generales, en realidad no sé mucho del libro, salvo que se trata de una protagonista asexual (y aromántica, creo) en su primer año en la universidad. Me apetece mucho leerlo porque, la verdad,
no existen suficientes libros con protagonistas dentro del espectro ace en este mundo.
Otro libro que está muy alto en mi TBR (de hecho planeo leerlo este mes si me da la vida) es
Girl, Woman, Other (
Niña, mujer, otras), de
Bernadine Evaristo. Ganador del Booker Prize de 2019, se trata de una colección de relatos de ficción literaria. Toca temas de racismo, feminismo y el colectivo LGTB+ y me llama muchísimo pese a estar alejado de lo que suelo leer.
También tengo dos
clásicos del feminismo que pedí ahí como en verano para leer para el IBV y que... Ahora voy a leer para el reto de
Páginas Violetas, todo ok por aquí. Se trata, primero, de la antología
The Bloody Chamber (
La cámara sangrienta), de
Angela Carter. Son
retellings de cuentos clásicos pero con una vuelta de tuerca feminista, con algunos siendo fantasía y otros terror (me han confirmado mucho gore). El otro es ni nada más ni nada menos que
The Left Hand of Darkness (
La mano izquierda de la oscuridad), de la mismísima
Ursula K. Le Guin. Lo cierto es que no sé de qué va y le tengo un poco de respeto, pero me apetece muchísimo ponerme con este clásico de la ciencia ficción feminista.
Por último (de la lista de "deberías haberte leído esto en 2020") tenemos
Children of Virtue and Vengeance (
Hijos de virtud y venganza), de
Tomi Adeyemi, la segunda parte de
Children of Blood and Bone (
Hijos de sangre y hueso). Si bien es una fantasía juvenil bastante estándar, es muy interesante como todos los personajes son personas racializadas y sus
comentarios sobre racismo y opresión. Como la tercera parte aún no ha salido, estaría bien leer esta e ir al día, para variar.
Pasando a otros libros con menos prioridad, o mejor dicho, libros que no debería empezar aún, tenemos
Spinning Silver (
Un mundo helado), de
Naomi Novik. Me gustó bastante su primer
retelling autoconclusivo,
Un cuento oscuro (
Uprooted), así que llevo mucho queriendo leer este, pero a la vez... Son demasiadas páginas, debería quitarme otros libros de encima antes. También tengo dos sagas que aún no debería empezar:
Gideon the Ninth (
Gideon la Novena), de
Tamsyn Muir, el primero de una trilogía en la que hay esqueletos y gafas de sol, y
A Natural History of Dragons, de
Marie Brennan (sin edición en español), el primero en una pentalogía en la que hay esqueletos y dragones.
Sí, tengo un problema, pero en mi defensa, no esperaba que me llegaran estos antes que los que me faltan para terminar otras sagas.
Para terminar (ahora ya sí, del todo, fin) tengo un libro de no-ficción llamado
The Five: The Untold Lives of the Women Killed by Jack the Ripper (
Las cinco mujeres: Las vidas olvidadas de las víctimas de Jack el Destripador), de
Hallie Rubenhold. Este es el libro que más vergüenza debería darme, porque lo cierto es que
lleva casi un año cogiendo polvo (y siendo luego limpiado) en mis estanterías. Lo cogí prestado a principios de Marzo 2020, decidida a leerlo y luego... 2020 pasó, y dejó de apetecerme leer nada tan duro. La verdad es que estoy volviendo a cogerle el ritmo a la vida, así que quiero devolverlo a la biblioteca en cuanto reabran... Y haberlo leído para entonces.
Y hasta aquí hemos llegado
No quería cerrar esta entrada sin recordaros lo importantes que son las bibliotecas. Si tenéis la mala suerte de tener una biblioteca que no es ideal (como la que tenía yo en mi pueblo), es normal sentirse frustrados, pero los servicios públicos son importantísimos. ¡Y todos deberíamos mostrar más amor a nuestras bibliotecas! El mundo del booktube y bookgram y todo eso nos ha llevado a siempre hablar de bookhauls y de presumir de compras, ¡pero las bibliotecas son geniales! Yo tengo mucha suerte de poder leer mucha variedad gracias a la mía, incluso en la pandemia cuando se pusieron las pilas con la biblioteca electrónica y adquirieron muchísimos títulos, pero eso no quita que haya que apreciar todas las bibliotecas.
Si habéis aguantado mi palabrería (o si sólo os habéis mirado las fotos), gracias por llegar hasta aquí. Cuento con vosotres para recordarme que debería estar bajando la lista de pendientes. ¡Así que tenéis permiso para tirarme de las orejas si me veis procrastinando! Sentíos libres de contarme cómo están vuestras bibliotecas, o vuestras pilas, o lo loca que creéis que estoy. ¡Nos leemos!