lunes, 28 de diciembre de 2020

Reseña: La inquilina de Wildfell Hall, de Anne Brontë



Ficha técnica:


Título: 
La inquilina de Wildfell Hall 
Título Original: The Tenant of Wildfell Hall
Autora: Anne Brontë
Año de publicación: 1848
Páginas: 574
Género: Ficción, clásico
Sinopsis: Tras muchos años de abandono, la ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina –una viuda, al parecer– no tarda, con su carácter retraído y poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña, triste belleza, en atraer las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven e impetuoso agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto, un pasado más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar. Una obra que escandalizó y repugnó a sus contemporáneos, todavía hoy, la dureza, audacia y auténtico rigor de esta novela siguen siendo igual de sorprendentes y desafiantes.



Reseña:


Anne Brontë fue una novelista, poetisa e institutriz que nació en 1820 en Thornton, Yorkshire, Inglaterra. La menor de la familia Brontë, fue mayoritariamente educada en casa junto a su hermana Emily. Empezó su aventura literaria creando mundos con sus tres hermanos (Charlotte, Branwell y Emily) y especialmente con la última. Fue durante su época como profesora e institutriz que empezó sus poemas, que se publicarían en 1846 en la colección Poems by Currer, Ellis, and Acton Bell. En 1847 publicaría Agnes Grey, que se quedaría eclipsado por su publicación conjunta con Cumbres Borrascosas (Wuthering Heights), de Emily. Su última novela, La inquilina de Wildfell Hall (The Tenant of Wildfell Hall), se publicaría en Junio de 1848.

La inquilina de Wildfell Hall fue un libro que logró un módico exito y mucho escándalo en su aparición. Sus temas, así como su estilo realista, hicieron que fuera un libro ampliamente criticado, especialmente tras el descubrimiento de la identidad real de su autora. Charlotte Brontë, hermana mayor y editora de las obras tras la muerte de la autora, impidió la publicación de este libro tras su segunda edición y la muerte de su hermana. La opinión general era unánime: el tema no se correspondía con el de una mujer virtuosa.

¿Qué tema? En resumen, el feminismo. La obra trata la importancia de la situación legal y económica de la mujer en el contexto de la sociedad de mediados del siglo XIX en Inglaterra (cuando la mujer aún no tenía propiedades, véase el Married Women's Property Act 1870), incluyendo temas de propiedad, herencia, educación y más. Pese a ser una obra con casi doscientos años de existencia y un carácter extremadamente cristiano (protestante), es también una obra extremadamente actual en su trata de temas relacionados con el matrimonio, el cortejo, la crianza de los hijos y las mujeres en el arte.

Para terminar esta reseña, cabe destacar que el estilo realista (en comparación con el estilo romántico que estaba en auge en su momento, ejemplificado por las obras de sus dos hermanas) de esta autora también toca otros temas interesantes como la educación en casa, las relaciones de amistad, los excesos y la salud. También toca temas de alcoholismo, adicciones y juegos de azar y de apuestas. Todo ello, además, en un estilo directo y elaborado, sincero pero sonoro, combinando la importancia de transmitir con claridad con la sensibilidad de una novelista impresionante. La trama es extremadamente adictiva, incluso en una relectura como fue mi caso, y los personajes extremadamente carismáticos.

Espero que si no conocíais el libro queráis leerlo, y que si lo conocíais me dejéis vuestras opiniones aquí abajo. ¡Hasta pronto!

lunes, 14 de diciembre de 2020

Reseña: Herland, de Charlotte Perkins Gilman

Reseña para el Insolente Bingo Violeta: Herland, de Charlotte Perkins Gilman



Ficha técnica:


Portada de Dellas: Un mundo femenino, de Charlotte Perkins Gilman, por Ediciones Abraxas
Título: 
Dellas: un mundo femenino ó Matriarcadia
Título Original: Herland
Autora: Charlotte Perkins Gilman
Año de publicación: 1915
Páginas: 147
Género: Ciencia ficción, utopía
Sinopsis: Matriarcadia es el relato de una sociedad utópica en la que sólo existen mujeres, quienes gobiernan una sociedad ordenada y pacífica sin varones desde hace dos mil años. Su apacible vida se ve alterada por la expedición de tres hombres de muy diferente carácter: un romántico soñador; un orgulloso joven adinerado, acostumbrado a dominar a las mujeres, y el narrador, abierto a comprender el nuevo mundo por descubrir. Los tres tienen la oportunidad de conocer una nueva civilización, y acogerán las costumbres de esta de muy diferente grado. Así, desde el punto de vista de un hombre, la activista feminista Charlotte Perkins Gilman pone en evidencia la rigidez de la sociedad americana en la que ella vive en contraste con una imaginaria cuya correcta marcha demuestra que la mujer, la feminidad y la maternidad pueden cumplir un papel muy distinto en la educación, el amor y la vida cotidiana. 

Reseña:


Charlotte Perkins Gilman fue una escritora, activista, ensayista y reformadora social que nació en 1860 en Hartford, Connecticut, Estados Unidos de América. Parte de la familia Beecher, que incluía a Harriet Beecher Stowe, la autora de La cabaña del tío Tom, y a Isabella Beecher Hooker, sufragista, Gilman se consideraba una mujer avanzada a su época. Tras su único embarazo y la separación de su primer marido, en 1890 se unió al grupo pacifista anti-capitalista Nationalist Clubs y, con ello, empezó a publicar sus primeros poemas y relatos, incluyendo su obra más famosa hasta la fecha: el relato "El papel amarillo". Entre 1909 y 1916 publicó su revista personal, The Forerunner, en la que publicó Moving the Mountain (1911) y su continuación, Herland (1915, con una traducción al español como Dellas: un mundo femenino (2000), por Ediciones Abraxas, y como Matriarcadia (2017), por Ediciones Askal).

Herland es una obra independiente (con una secuela) que suele considerarse parte de la trilogía de novelas utópicas de la autra, al ser obras relacionadas por sus temáticas. Y es que si algo une Moving the Mountain, Herland y su secuela directa, With Her in Ourland, son sus temas: el enaltecimiento de la mujer como madre, la crítica a los roles de género, la superioridad sexual de la mujer, los derechos reproductivos de la mujer, la eugenesia, el control social, el racismo, la xenofobia, la heteronormatividad y una variante bastante única de animalismo.

En Herland, tres hombres blancos americanos llegan a un paraíso en el que las mujeres viven sin necesidad de hombres. En esta utopía, en la que el libro indica que todas las mujeres son superiores por ser de raza aria y en la que se asume que al ser todo mujeres no conocen el amor romántico, las mujeres lo hacen todo: son fuertes, inteligentes, bellas, pacientes, buenas, perfectas. La obra también está llena de comentarios machistas realizados por los tres hombres protagonistas, menciones a la necesidad de mantener relaciones heterosexuales y opiniones sociológicas centradas en el nativismo, el orientalismo y otras corrientes relacionadas con el racismo y la xenofobia. Además, la obra incluye un intento de violación.

Por supuesto, una podría considerar que, pese a que su contenido social y político sea, cuanto menos, una obra importante en su contexto y, como tal, digna de lectura. Lo cierto es que, en su momento, Gilman ya fue altamente criticada por su contenido racista, y si bien fue considerada una feminista importante por su activismo y por su relato "El papel amarillo", Herland no fue recibida con la misma opinión. ¿Pero y la calidad literaria, aquella que nos inspira a las autoras? Herland es, en realidad, una novelette que sirve de excusa para narrar una historia de amor heterosexual con ensayos sobre temas de roles de género (que me gustaron) y otros temas bastante más errados (que definitivamente no me gustaron). ¿El resumen? No recomiendo el libro, a menos que estéis preparadas para sufrir y que vayáis con la idea de que no vais a encontrar una utopía realmente feminista.

Siento haber dejado una reseña tan negativa, pero a veces una debe comentar lo que la gente calla. Y vosotras, ¿qué opináis?