domingo, 31 de mayo de 2020

A les investigadores (Relato para el #OrigiReto2020)



Lamento haber tenido que reunirles hoy, sabiendo que estarán todes ansioses por volver a sus vidas previas a esta situación, mas debo terminar de aclarar algunos elementos antes de la lectura del testamento, como indica la ley. Como sabrán, la muerte de la víctima sigue en proceso de investigación. Es decir, la investigación de su asesinato.

¡Asesinato! Sí, asesinato. Comprendo su sorpresa, puesto que todes ustedes hicieron el esfuerzo de considerarlo un suicidio. “Pero señora doña detective,” dirán todes, “la policía ya dijo que ninguno de nosotros podía ser sospechoso.” Y es verdad. Eso se dijo. Pero recapitulemos y analicemos los datos, como es mi trabajo, ¿sí?

La noche del 23 del pasado mes se estaba celebrando una fiesta en esta misma casa, la de la víctima. Un baile, de hecho, han puntualizado en las entrevistas. Organizado por ella misma, se trataba de celebrar la muerte de dos célebres escritores europeos siguiendo una tradición propia de la nacionalidad de la Ilustrísima. ¿Correcto? Perfecto.

Según las notas de les inspectores, les invitades empezaron a llegar sobre las 19:00. Sin embargo, usted, Paula, llegó a la finca una hora antes, a las seis. La anfitriona le recibió y juntas fueron a arreglar la cocina. Usted se quedó supervisando los preparativos de los aperitivos y el bufé, y afirma no haberla vuelto a ver en vida.

El resto fueron llegando entre las 18.45 y las 19.30, cuando llegó le últime invitade, doñe Naj, acompañade de su pareja, don Luis. ¿Correcto? La Ilustrísima se pasó todo el rato recibiendo a les invitades, que ustedes nos han informado que estaban obligades a traer una rosa. A cambio, ella les daba personalmente un libro a cada une, así que todes ustedes salieron de la ceremonia con un ejemplar firmado de la última novela de la Ilustrísima, ¿correcto?

Después pasaron al propio baile, donde se servía la comida preparada por doña Paula y sus empleades. Aún y así, usted no volvió a ver a la Ilustrísima. Se quedó en la cocina, ¿correcto? Y entonces fue cuando el resto de ustedes tuvieron tiempo de socializar, hablar con la Ilustrísima y bailar, hasta que a las 21.00 la Ilustrísima desapareció. Durante ese tiempo, la Ilustrísima apenas comió, han indicado varies invitades, y usted, don Fernando, menciona que poco antes de desaparecer la Ilustrísima mencionó encontrarse mal, con dolores de cabeza, quejándose de calor y la cantidad de luces, ¿cierto? Luego, a las 21.48 oyeron un grito cuando doña Alicia, sacando la basura, se encontró a la fallecida entre un matorral de rosas. Hasta aquí, todes están de acuerdo con los datos, ¿verdad?

Perfecto. Ahora es cuando realmente vamos a desenredar este misterio. No, no hablen todes a la vez que no les entiendo. Si me dejan hablar, verán que sí que hay un misterio que desenterrar. Si bien el examen médico preliminar indicó que la víctima había muerto de un infarto, en casos como este es obligatorio realizar el examen completo, y éste resultó… Problemático. No voy a leerles la composición química de la sangre de nuestra víctima, pero se encontraron niveles anormales de arsénico y de cloruro de potasio y, en un examen aún más detallado, también restos de belladona. Sí, doña Alicia, eso son venenos. Está bastante claro que alguien intentaba matar a la víctima, según estos resultados. Lo que estoy viniendo aquí a explicarles es quién y porqué, si tienen a bien de escucharme hasta el final y dejar de interrumpirme.

Entonces es cuando se inicia el verdadero misterio. Verán, en una investigación a fondo de la muerte de alguien como la Ilustrísima, es importante analizar todo lo disponible tanto en su lugar de fallecimiento como en su vivienda, que aquí significa la mansión entera. Encontramos entre sus pertenencias, no muy escondida, una carta “a les investigadores de mi fallecimiento.” No voy a darles toda la información contenida en ella, pero sí que voy a recordarles que, quizá, envenenar a una escritora famosa por sus novelas detectivescas no fuera la mejor idea. Así que, procedamos a desmontar el caso, ¿les parece?

La Ilustrísima estaba siendo expuesta a una cantidad de arsénico no-letal a largo plazo desde, aproximadamente, las navidades pasadas. Llevaba meses presentando síntomas de envenenamiento: debilidad general, pigmentación de la piel y, especialmente, problemas gástricos relacionados con la falta de apetito y dificultades con la digestión. Si bien ella era consciente de ello, fue incapaz de encontrar la fuente de dicho envenenamiento, dado que no era alimenticio. Al ritmo al que estaba progresando su enfermedad, le quedarían pocos meses de vida cuando fue asesinada.

Fueron esos problemas gástricos los que la salvaron de la muerte por belladona. Según el informe toxicológico, la dosis no fue suficiente como para asesinarla, si bien sí que le añadiría varios problemas añadidos, es decir, la fiebre y la sensibilidad a la luz que desarrolló sobre las 20:45. Con problemas gástricos, debilidad genérica, fiebre, sensibilidad a la luz y quizá algún otro síntoma que no fue detectado cuando la Ilustrísima aún vivía, nuestra víctima salió al jardín, donde murió por una inyección de cloruro de potasio, que imita un ataque al corazón, cayéndose encima de los rosales que rodean la vivienda.

Con estas nuevas informaciones, creo que estamos preparades para reconstruir la velada, ¿no creen? Pues adelante. Antes de la velada, y como cada jueves por la mañana, don Fernando llegó a la casa a las 11:00 de la mañana para ocuparse de las labores de jardinería. Como cada mañana, regó las plantas, puso trampas para ratones cerca de la cocina y siguió con sus tareas, que incluían hacer el mantenimiento mensual de la fuente de agua del despacho de la Ilustrísima. Fuente de agua que contiene un curioso mecanismo por el cual la humedad de la propia fuente activa el arsénico escondido en su interior y lo esparce por toda la habitación, por el aire. No intente negarlo, por favor. No sólo tenemos sus huellas en la fuente, también hemos comprobado que usted ha comprado arsénico…

Por favor, deje de interrumpirme. Ha comprado arsénico en cantidades legales para las trampas para ratones que, sin embargo, hemos encontrado completamente vacías, tanto de ratones como de restos de veneno. La Ilustrísima era consciente de que usted sería la persona más probable puesto que contaba con medios, acceso al veneno y motivo, y el motivo se ha confirmado por más conocides de ustedes dos. Es sabido que usted ha estado siempre interesado en casarse con la Ilustrísima, que le ha rechazado varias veces. Precisamente durante las Navidades tuvieron su última discusión, que todas las fuentes afirman que nunca llegaron a superar, en la que usted insultó a la Ilustrísima por su sexualidad. Por todo eso, queda usted bajo custodia policial por delito de odio hacia una sexualidad protegida, les asexuales, y por intento de homicidio premeditado.

Por supuesto, eso es un intento, así que debemos seguir con el día, ¿no creen? En el fondo, ahora mismo hay dos asesines entre ustedes, aún. Entonces, a las 18:00 llegó usted, Paula, para encargarse del banquete. Aproximadamente entre las 18:05 y las 18:15 llegaron el resto de sus empleades, incluyendo a doña Alicia aquí presente, ¿correcto? El resto de invitades llegaron entre las 18:45 y las 19:30, siendo doñe Naj y don Luis les últimes. De mientras, ustedes prepararon la comida, que comieron todes les empleades pero, según testigos, apenas comió la Ilustrísima. Sin embargo, a las 20:30, la Ilustrísima sí pidió un té a algune de sus empleades. Usted misma mencionó que cuando llegó el aviso usted estaba ocupada intentando organizar la limpieza de la cocina y que fue doña Alicia la que se encargó de realizar ese té de frutos rojos, ¿correcto? Y entonces doña Alicia realizó un té de frutos rojos con belladona.

No intente negarlo, por favor, encontramos los restos de la taza en la basura que usted volvía de tirar cuando encontró el cuerpo. Una taza rota, pero aún con sus huellas dactilares, material genético de la Ilustrísima y suficientes restos de té como para analizar la composición. Entre que la Ilustrísima no se acabó el té, y que usted erró en la fórmula de la belladona, sólo podemos arrestarla por intento de asesinato, por supuesto, pero quiero dejarle claro que la premeditación de su asesinato es incuestionable. Hemos descubierto que se unió a la empresa de doña Paula hace tres años porque sabía que era la proveedora de la Ilustrísima, tras un desengaño editorial en que usted culpó a ésta. Nunca debió dejar datos incriminatorios en la red, doña Alicia. Por eso, queda usted arrestada por intento de homicidio premeditado.

Pero, cuando la Ilustrísima se tomó su té de belladona cerca de las 20:30, mientras iba conversando con sus invitades, aún no estaba muerta. Cerca de las 20:45 le comentó a don Fernando sus problemas de salud, derivados de sus dos envenenamientos concurrentes, y comentó que iba a retirarse en silencio a sus habitaciones. Sin embargo, nunca llegó a subir. Bajo el arco de la escalera lateral, al lado de la puerta trasera, fue interrumpida por don Luis. Sí, claro, Luis, por eso está usted aquí, no sólo como pareja emocional de doñe Naj. Usted es una incorporación nueva a los círculos de la Ilustrísima, ¿no es cierto? Si bien doñe Naj ha sido su protegide desde su nacimiento hace dos décadas y media, ustedes sólo llevan medio año saliendo, ¿no es así?

Y en esos apenas seis meses, usted y la Ilustrísima han chocado en múltiples ocasiones. Especialmente, desde que la Ilustrísima le denunció por delitos de odio contra sexualidades e identidades de género minorizadas, tratándose no sólo de la asexualidad de la Ilustrísima, pero también de la identificación de su propia pareja, Naj, como una persona no-binaria. Trabajando en farmacología, usted no tendría ningún tipo de problema en hacerse con cloruro de potasio, que le inyectó a la víctima aprovechándose de sus envenenamientos previos. Presumo que, al ser una persona en la que la Ilustrísima confiaba tan poco, nunca le informó de la presencia de las cámaras de seguridad exteriores, que grabaron la escena, incluido como escondió la jeringuilla debajo de una de las estacas que marcaban el camino. Por eso, queda usted arrestado por homicidio premeditado.

Disculpen las molestias, Paula y Naj, por haberles hecho venir, mas consideré que les sería de gran interés comprender como sus allegades fueran a terminar en la cárcel. Sin más demora, puedo informarles de que ambes son requerides por la notaría para acudir a la lectura del testamento de la Ilustrísima. Aunque, si su carta dirigida a mí es indicativa de algo, creo que ambes saben qué les espera y se lo merecen por sus prolongadas relaciones de amistad y cariño con la Ilustrísima. Que pasen una buena tarde.



FIN

  • Este relato forma parte del Reto de Escritura #Origireto2020, organizado por Stiby, de Sólo un capítulo más, y Katty, de La Pluma Azul de KATTY.
  • Este relato, de 1806 palabras, corresponde al objetivo principal 8. Escribe un relato sobre un baile.
  • También cuenta con la referencia a un Cuento o Leyenda (objetivo secundario 1): D. Sant Jordi.
  • Para esta historia se incluyen los objetos 1, una estaca, y 24, un arco.
  • Objetivos anuales:
    • Este relato tiene a una protagonista femenina, dando 4/3 para Rosa Insolente.
    • Tiene representación LGB[T+] o de minorías, siendo 3/3 para Tríada.
    • Hay un poco de crítica social así que podría contar para Inconformista, pero me guardo esta para el futuro porque no considero que lo cumpla mucho.
  • Podéis encontrar el resto de mis entradas para el #Origireto2020 aquí.

sábado, 16 de mayo de 2020

Reseña: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, de Elena Favilli y Francesca Cavallo


Ficha técnica:


Título: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes
Título Original: Good Night Stories for Rebel Girls
Autoras: Elena Favilli y Francesa Cavallo
Año de publicación: 2016
Páginas: 212
Género: No-ficción, infantil
Sinopsis: Érase una vez... ¿una princesa? ¡Por supuesto que no! Había una vez una niña que quería ir a Marte. Hubo otra que se convirtió en la jugadora de tenis más fuerte del mundo y otra que descubrió la metamorfosis de las mariposas. De Serena Williams a Malala Yousafzai, de Rita Levi Montalcini a Frida Kahlo, de Margherita Hack a Michelle Obama: hay 100 mujeres contadas en estas páginas y retratadas por 60 ilustradores de todo el mundo. Científicas, pintoras, astronautas, levantadoras de pesas, músicos, jueces, chefs... Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes reinventa los cuentos de hadas, inspirando a niñas ―y no tan niñas― a soñar en grande y alcanzar sus sueños; además, cuenta con las magníficas ilustraciones de sesenta mujeres artistas de todos los rincones del planeta.

Reseña:


Elena Favilli es periodista, productora y feminista. Francesca Cavallo es directora de escena, autora de literatura infantil y activista feminista. En 2011, ambas autoras unieron sus esfuerzos en su primer proyecto conjunto: Timbuktu Labs, una editorial especializada en la creación de revistas digitales infantiles. En 2016, tras un Kickstarter que rompió todos los récords anteriores en el sector editorial, sacaron su primer libro conjunto: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, fundando la marca Rebel Girls, que sigue publicando más obras en la misma línea.

Este es un libro de no-ficción infantil que, tal como promete, da 100 historias cortas, apenas una página cada una, de mujeres de todo tipo. O eso dice. La selección es ligeramente problemática, porque, si bien tiene una representación étnica y religiosa bastante equilibrada, carece mucho de contenido LGTB+. Hay una única mujer trans en todo el libro, y durante la mitad de su cuento se le hace misgendering, es decir, se usan los pronombres incorrectos para con ella. Además, se evita tanto como se puede a mujeres lesbianas y bisexuales, completamente borrando esos datos de sus vidas en los pocos casos en los que sí salen. Por ejemplo, la biografía de Virginia Woolf (de la que leí y reseñé Una habitación propia y Tres Guineas) completamente omite su bisexualidad, tan importante para toda su obra, y se centra en mencionar a su esposo.

Esta técnica de mencionar en gran medida a los hombres en estas historias sobre, según la propia portada, mujeres extraordinarias, es excesivamente pervasiva a lo largo de los cuentos y cumple el objetivo contrario al esperado. Un claro ejemplo de ello sería el momento en el que habla de las hermanas Serena y Venus Williams, que es un cuento hablando de su padre y de un señor que las veía entrenar cada día, pero no se menciona que tienen récords mundiales. De hecho, habitualmente cuando se trata de deportistas mantiene el status quo (del que ya me quejé con El diario violeta de Carlota) de meter a las mujeres deportistas en una categoría diferente a los hombres deportistas, como si muchas de ellas sólo tuvieran récords femeninos y no récords mundiales. En la misma línea, más o menos, también hay algunas historias capacitistas, es decir: las historias de personas con enfermedades o discapacidades siempre se cuentan desde el punto de vista de superar esa barrera, habitualmente gracias a otra gente que les quita el foco de atención.

Si bien con todas estas quejas (especialmente acerca de los temas de siempre: complaciencia y falta de interseccionalidad) harían parecer que el libro no me ha gustado, lo cierto es que sigue siendo lo mejor que hay dentro del género. Es decir: no lo recomendaría como una lectura feminista para adultes, pero sí que está muy bien por la variedad de nombres y personas desconocidas que se pueden descubrir gracias a este libro y, dentro del pseudo-feminismo infantil, lo recomiendo muchísimo para esas criaturas que conozcáis que necesiten ejemplos a seguir menos patriarcales de lo habitual.

Si habéis llegado hasta aquí, dejadme unas líneas con vuestra opinión y/o vuestra crítica. ¡Gracias!

sábado, 9 de mayo de 2020

Reseña: Tres Guineas, de Virginia Woolf



Ficha técnica:


Título: Tres Guineas
Título Original: Three Guineas
Autora: Virginia Woolf 
Año de publicación: 1938
Páginas: Páginas
Género: No-ficción, académico.
Sinopsis: Concebido como la continuación de Una habitación propia, Tres Guineas es un ensayo sobre la guerra. O, más bien, sobre la posición pacifista de Woolf para con ella. Escrito durante el nacimiento del nacionalismo en toda Europa, con el trasfondo del fascismo en Alemania e Italia, la Guerra Civil Española y la militariación de Reino Unido, este ensayo se estructura en torno a tres cartas. Respondiendo a las peticiones de tres personas distintas, analiza en profundidad la situación de la mujer en relación a la educación, a los derechos laborales, a las clases sociales y a su posición dentro de la familia. Argumentando en relación a las diferencias estructurales que se mantienen en las sociedades pese a cambios legales y superficiales, anticipa gran parte de la literatura de las siguientes décadas a la vez que incide en la importancia de la independencia económica y moral de las mujeres para lograr la verdadera igualdad.

Reseña:


Virginia Woolf fue una escritora, editora, ensayista y activista feminista que nació en 1882 en Londres, Reino Unido. Publicó su primera novela en 1915, Fin de viaje (The Voyage Out), y en 1929 publicó su ensayo más conocido hasta la fecha: Una habitación propia (A Room of One's Own), que reseñé aquí. Con la situación política europea de los años 30, Woolf decidió crear una continuación de ese ensayo, que sería una novela-ensayo. Conforme progresó en el esfuerzo más difícil le resulto, terminando separando la parte de novela en Los años (The Years) y la parte de ensayo en Tres Guineas (Three Guineas), si bien se publicó en 1977, a título póstumo, el manuscrito (inacabado) original de la novela-ensayo: The Pargiters, que no ha sido publicada en español.

El estilo de Tres Guineas es epistolar, puesto que el ensayo entero está escrito como una sola carta dirigida a un destinatario anónimo, del que sólo se sabe que es un hombre de clase alta que le escribió originalmente a Woolf para pedirle consejo sobre cómo podría una perspectiva de género ayudar a terminar la guerra. Una consumada pacifista, Woolf procede a estudiar la brecha de género dividiendo el ensayo en tres capítulos, referencia cada uno a una "guinea" (una unidad de moneda usada en la juventud de esta autora) que Woolf donará a tres causas, respondiendo en total a tres cartas (pero todo dentro de una). El estilo retroalimentado de la misma puede resultar algo confuso, pero sirviéndose de una cantidad impresionante de datos y referencias, y de una cantidad un poco menor de sarcasmo, Woolf logra transmitir claramente su mensaje.

¿Qué mensaje? Pues un mensaje feminista, que mayoritariamente critica la posición social de su momento en el que se esperaba que las mujeres fueran capaces, como indica ella, de solucionar los problemas que los hombres en el poder habían creado, cuando seguía sin dárseles poder real. Muchas de sus quejas, relacionadas con los sesgos en educación, trabajo y, en general, poder, siguen vigentes hoy en día. Avanza temas como la necesidad de un cambio dentro del feminismo (avanzándose a la segunda ola), el techo de cristal y la brecha salarial, o la asociación entre fascismo, nacionalismo y machismo. Todo eso dentro de un contexto extremadamente crítico con la posición política de Gran Bretaña, su nacionalismo y militarismo, y desde un punto de vista de pacifismo en una época en la que era cada vez más díficil mantener esa posición política.

Tres Guineas es menos conocido, especialmente en España, pero aún así resultó una de mis lecturas favoritas en lo que llevamos de año. ¿Qué opináis?

domingo, 3 de mayo de 2020

Reseña: Una habitación propia, de Virginia Woolf



Ficha técnica:

Título: Una habitación propia
Título Original: A Room of One's Own
Autora: Virginia Woolf
Año de publicación: 1929
Páginas: 112
Género: No-ficción, académico.
Sinopsis: En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, Una habitación propia. Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer.
Partiendo de un tratamiento directo y empleando un lenguaje afilado, irónico e incisivo, Virginia Woolf narra una parábola cautivadora para ilustrar sus opiniones. Un relato de lectura apasionante, la contribución de una exquisita narradora al siempre polémico asunto del feminismo desde una perspectiva inevitablemente literaria. 

Reseña:

Virginia Woolf fue una escritora, editora, ensayista y activista feminista que nació en 1882 en Londres, Reino Unido. Publicó su primera novela en 1915, Fin de viaje (The Voyage Out), y en 1928 fue invitada a dar clases en Mujer y Ficción en Cambridge (concretamente, las dos escuelas para mujeres: Newnham y Girton), que luego en 1929 compilaría y editaría en esta obra, el ensayo Una habitación propia (A Room of One's Own).

El estilo de esta obra es, por tanto, algo confuso para quién no sepa qué va a encontrarse, puesto que es un estilo académico, con referencias a los sospechosos habituales en las clases académicas de lengua y literatura en la Inglaterra de principios del siglo XX, pero a la vez combina elementos de una voz casual, propia del lenguaje hablado. Si bien no es para todos los públicos, para mí resultó ser una delicia, especialmente gracias a que tengo una edición maravillosamente anotada en la que todas las referencias se detallan y se revelan para facilitar la comprensión lectora.

Es difícil hablar de una obra que tanta gente conoce y que se considera parte del canon de la literatura de no-ficción feminista. si bien la obra se escribió hace casi un siglo, sigue siendo una obra relevante, con contenidos que aún hoy en día podrían aplicarse y reivindicaciones que aún mantenemos. Además de tratar de perfilar los requisitos materiales, emocionales y sociales de las mujeres para poder crear ficción, Woolf también trata temas relacionados como el acceso a la educación superior, la situación de las relaciones entre mujeres (indicando su bisexualidad en el proceso) e intentando, como deja claro, abrir un debate y no sentar cátedra, es decir: ampliar el conocimiento. En el fondo, es gracias a ella, y a más como ella, que ahora existen los estudios de género. Y, sólo por eso, recomiendo que se la lea.

Entonces, ¿os he convencido? ¿O ya la habíais leído?