Lamento haber tenido que reunirles hoy, sabiendo que estarán todes ansioses por volver a sus vidas previas a esta situación, mas debo terminar de aclarar algunos elementos antes de la lectura del testamento, como indica la ley. Como sabrán, la muerte de la víctima sigue en proceso de investigación. Es decir, la investigación de su asesinato.
¡Asesinato! Sí, asesinato. Comprendo su sorpresa, puesto que todes ustedes hicieron el esfuerzo de considerarlo un suicidio. “Pero señora doña detective,” dirán todes, “la policía ya dijo que ninguno de nosotros podía ser sospechoso.” Y es verdad. Eso se dijo. Pero recapitulemos y analicemos los datos, como es mi trabajo, ¿sí?
La noche del 23 del pasado mes se estaba celebrando una fiesta en esta misma casa, la de la víctima. Un baile, de hecho, han puntualizado en las entrevistas. Organizado por ella misma, se trataba de celebrar la muerte de dos célebres escritores europeos siguiendo una tradición propia de la nacionalidad de la Ilustrísima. ¿Correcto? Perfecto.
Según las notas de les inspectores, les invitades empezaron a llegar sobre las 19:00. Sin embargo, usted, Paula, llegó a la finca una hora antes, a las seis. La anfitriona le recibió y juntas fueron a arreglar la cocina. Usted se quedó supervisando los preparativos de los aperitivos y el bufé, y afirma no haberla vuelto a ver en vida.
El resto fueron llegando entre las 18.45 y las 19.30, cuando llegó le últime invitade, doñe Naj, acompañade de su pareja, don Luis. ¿Correcto? La Ilustrísima se pasó todo el rato recibiendo a les invitades, que ustedes nos han informado que estaban obligades a traer una rosa. A cambio, ella les daba personalmente un libro a cada une, así que todes ustedes salieron de la ceremonia con un ejemplar firmado de la última novela de la Ilustrísima, ¿correcto?
Después pasaron al propio baile, donde se servía la comida preparada por doña Paula y sus empleades. Aún y así, usted no volvió a ver a la Ilustrísima. Se quedó en la cocina, ¿correcto? Y entonces fue cuando el resto de ustedes tuvieron tiempo de socializar, hablar con la Ilustrísima y bailar, hasta que a las 21.00 la Ilustrísima desapareció. Durante ese tiempo, la Ilustrísima apenas comió, han indicado varies invitades, y usted, don Fernando, menciona que poco antes de desaparecer la Ilustrísima mencionó encontrarse mal, con dolores de cabeza, quejándose de calor y la cantidad de luces, ¿cierto? Luego, a las 21.48 oyeron un grito cuando doña Alicia, sacando la basura, se encontró a la fallecida entre un matorral de rosas. Hasta aquí, todes están de acuerdo con los datos, ¿verdad?
Perfecto. Ahora es cuando realmente vamos a desenredar este misterio. No, no hablen todes a la vez que no les entiendo. Si me dejan hablar, verán que sí que hay un misterio que desenterrar. Si bien el examen médico preliminar indicó que la víctima había muerto de un infarto, en casos como este es obligatorio realizar el examen completo, y éste resultó… Problemático. No voy a leerles la composición química de la sangre de nuestra víctima, pero se encontraron niveles anormales de arsénico y de cloruro de potasio y, en un examen aún más detallado, también restos de belladona. Sí, doña Alicia, eso son venenos. Está bastante claro que alguien intentaba matar a la víctima, según estos resultados. Lo que estoy viniendo aquí a explicarles es quién y porqué, si tienen a bien de escucharme hasta el final y dejar de interrumpirme.
Entonces es cuando se inicia el verdadero misterio. Verán, en una investigación a fondo de la muerte de alguien como la Ilustrísima, es importante analizar todo lo disponible tanto en su lugar de fallecimiento como en su vivienda, que aquí significa la mansión entera. Encontramos entre sus pertenencias, no muy escondida, una carta “a les investigadores de mi fallecimiento.” No voy a darles toda la información contenida en ella, pero sí que voy a recordarles que, quizá, envenenar a una escritora famosa por sus novelas detectivescas no fuera la mejor idea. Así que, procedamos a desmontar el caso, ¿les parece?
La Ilustrísima estaba siendo expuesta a una cantidad de arsénico no-letal a largo plazo desde, aproximadamente, las navidades pasadas. Llevaba meses presentando síntomas de envenenamiento: debilidad general, pigmentación de la piel y, especialmente, problemas gástricos relacionados con la falta de apetito y dificultades con la digestión. Si bien ella era consciente de ello, fue incapaz de encontrar la fuente de dicho envenenamiento, dado que no era alimenticio. Al ritmo al que estaba progresando su enfermedad, le quedarían pocos meses de vida cuando fue asesinada.
Fueron esos problemas gástricos los que la salvaron de la muerte por belladona. Según el informe toxicológico, la dosis no fue suficiente como para asesinarla, si bien sí que le añadiría varios problemas añadidos, es decir, la fiebre y la sensibilidad a la luz que desarrolló sobre las 20:45. Con problemas gástricos, debilidad genérica, fiebre, sensibilidad a la luz y quizá algún otro síntoma que no fue detectado cuando la Ilustrísima aún vivía, nuestra víctima salió al jardín, donde murió por una inyección de cloruro de potasio, que imita un ataque al corazón, cayéndose encima de los rosales que rodean la vivienda.
Con estas nuevas informaciones, creo que estamos preparades para reconstruir la velada, ¿no creen? Pues adelante. Antes de la velada, y como cada jueves por la mañana, don Fernando llegó a la casa a las 11:00 de la mañana para ocuparse de las labores de jardinería. Como cada mañana, regó las plantas, puso trampas para ratones cerca de la cocina y siguió con sus tareas, que incluían hacer el mantenimiento mensual de la fuente de agua del despacho de la Ilustrísima. Fuente de agua que contiene un curioso mecanismo por el cual la humedad de la propia fuente activa el arsénico escondido en su interior y lo esparce por toda la habitación, por el aire. No intente negarlo, por favor. No sólo tenemos sus huellas en la fuente, también hemos comprobado que usted ha comprado arsénico…
Por favor, deje de interrumpirme. Ha comprado arsénico en cantidades legales para las trampas para ratones que, sin embargo, hemos encontrado completamente vacías, tanto de ratones como de restos de veneno. La Ilustrísima era consciente de que usted sería la persona más probable puesto que contaba con medios, acceso al veneno y motivo, y el motivo se ha confirmado por más conocides de ustedes dos. Es sabido que usted ha estado siempre interesado en casarse con la Ilustrísima, que le ha rechazado varias veces. Precisamente durante las Navidades tuvieron su última discusión, que todas las fuentes afirman que nunca llegaron a superar, en la que usted insultó a la Ilustrísima por su sexualidad. Por todo eso, queda usted bajo custodia policial por delito de odio hacia una sexualidad protegida, les asexuales, y por intento de homicidio premeditado.
Por supuesto, eso es un intento, así que debemos seguir con el día, ¿no creen? En el fondo, ahora mismo hay dos asesines entre ustedes, aún. Entonces, a las 18:00 llegó usted, Paula, para encargarse del banquete. Aproximadamente entre las 18:05 y las 18:15 llegaron el resto de sus empleades, incluyendo a doña Alicia aquí presente, ¿correcto? El resto de invitades llegaron entre las 18:45 y las 19:30, siendo doñe Naj y don Luis les últimes. De mientras, ustedes prepararon la comida, que comieron todes les empleades pero, según testigos, apenas comió la Ilustrísima. Sin embargo, a las 20:30, la Ilustrísima sí pidió un té a algune de sus empleades. Usted misma mencionó que cuando llegó el aviso usted estaba ocupada intentando organizar la limpieza de la cocina y que fue doña Alicia la que se encargó de realizar ese té de frutos rojos, ¿correcto? Y entonces doña Alicia realizó un té de frutos rojos con belladona.
No intente negarlo, por favor, encontramos los restos de la taza en la basura que usted volvía de tirar cuando encontró el cuerpo. Una taza rota, pero aún con sus huellas dactilares, material genético de la Ilustrísima y suficientes restos de té como para analizar la composición. Entre que la Ilustrísima no se acabó el té, y que usted erró en la fórmula de la belladona, sólo podemos arrestarla por intento de asesinato, por supuesto, pero quiero dejarle claro que la premeditación de su asesinato es incuestionable. Hemos descubierto que se unió a la empresa de doña Paula hace tres años porque sabía que era la proveedora de la Ilustrísima, tras un desengaño editorial en que usted culpó a ésta. Nunca debió dejar datos incriminatorios en la red, doña Alicia. Por eso, queda usted arrestada por intento de homicidio premeditado.
Pero, cuando la Ilustrísima se tomó su té de belladona cerca de las 20:30, mientras iba conversando con sus invitades, aún no estaba muerta. Cerca de las 20:45 le comentó a don Fernando sus problemas de salud, derivados de sus dos envenenamientos concurrentes, y comentó que iba a retirarse en silencio a sus habitaciones. Sin embargo, nunca llegó a subir. Bajo el arco de la escalera lateral, al lado de la puerta trasera, fue interrumpida por don Luis. Sí, claro, Luis, por eso está usted aquí, no sólo como pareja emocional de doñe Naj. Usted es una incorporación nueva a los círculos de la Ilustrísima, ¿no es cierto? Si bien doñe Naj ha sido su protegide desde su nacimiento hace dos décadas y media, ustedes sólo llevan medio año saliendo, ¿no es así?
Y en esos apenas seis meses, usted y la Ilustrísima han chocado en múltiples ocasiones. Especialmente, desde que la Ilustrísima le denunció por delitos de odio contra sexualidades e identidades de género minorizadas, tratándose no sólo de la asexualidad de la Ilustrísima, pero también de la identificación de su propia pareja, Naj, como una persona no-binaria. Trabajando en farmacología, usted no tendría ningún tipo de problema en hacerse con cloruro de potasio, que le inyectó a la víctima aprovechándose de sus envenenamientos previos. Presumo que, al ser una persona en la que la Ilustrísima confiaba tan poco, nunca le informó de la presencia de las cámaras de seguridad exteriores, que grabaron la escena, incluido como escondió la jeringuilla debajo de una de las estacas que marcaban el camino. Por eso, queda usted arrestado por homicidio premeditado.
Disculpen las molestias, Paula y Naj, por haberles hecho venir, mas consideré que les sería de gran interés comprender como sus allegades fueran a terminar en la cárcel. Sin más demora, puedo informarles de que ambes son requerides por la notaría para acudir a la lectura del testamento de la Ilustrísima. Aunque, si su carta dirigida a mí es indicativa de algo, creo que ambes saben qué les espera y se lo merecen por sus prolongadas relaciones de amistad y cariño con la Ilustrísima. Que pasen una buena tarde.
FIN
- Este relato forma parte del Reto de Escritura #Origireto2020, organizado por Stiby, de Sólo un capítulo más, y Katty, de La Pluma Azul de KATTY.
- Este relato, de 1806 palabras, corresponde al objetivo principal 8. Escribe un relato sobre un baile.
- También cuenta con la referencia a un Cuento o Leyenda (objetivo secundario 1): D. Sant Jordi.
- Para esta historia se incluyen los objetos 1, una estaca, y 24, un arco.
- Objetivos anuales:
- Este relato tiene a una protagonista femenina, dando 4/3 para Rosa Insolente.
- Tiene representación LGB[T+] o de minorías, siendo 3/3 para Tríada.
- Hay un poco de crítica social así que podría contar para Inconformista, pero me guardo esta para el futuro porque no considero que lo cumpla mucho.
- Podéis encontrar el resto de mis entradas para el #Origireto2020 aquí.