lunes, 15 de febrero de 2021

Reseña: Hood Feminism: Notes from the Women That a Movement Forgot, de Mikki Kendall

Reseña de Hood Feminism: Notes from the Women That a Movement Forgot, de Mikki Kendall

Ficha técnica:


Portada de Hood Feminism, por Viking. Una ilustración por formas simples de mujeres negras ocupa la portada, pero está mayoritariamente cubiera por blanco. Se ve la imagen en la barra lateral izquierda, en las letras del título en mayúsculas en la parte superior: Hood Feminism, y en el nombre de la autora, Mikki Kendall, también en mayúsculas en la parte inferior. En el centro, en Versalitas e imitando lápiz, está el subtítulo: Notes from the Women That a Movement Forgot
Título:
 Hood Feminism: Notes from the Women That a Movement Forgot
Autora: Mikki Kendall
Año de publicación: 2020
Páginas: 288
Género: No-ficción, ensayo
Sinopsis: El movimiento feminista actual tiene un punto ciego y, paradójicamente, son las mujeres. El feminismo dominante rara vez trata las necesidades básicas como un asunto feminista, argumenta Mikki Kendall, pero el hambre, el acceso a la educación, la seguridad en el barrio, el salario mínimo y la sanidad son asuntos feministas. [...] Además, las feministas blancas prominentes sufren de una miopía aguda en respecto a temas como la raza, clase social, orientación sexual y capacidad se cruzan con el género. ¿Cómo podemos ser un movimiento solidario entre sí, pregunta Kendall, cuando hay muchas probabilidades de algunas de sus mujeres estén oprimiendo a otras?

En esta colección de ensayos, Mikki Kendall apunta a un nuevo feminismo, uno que deje de centrarse sólo en unas pocas mujeres. 

Reseña:

Mikki Kendall es una autora, crítica cultural y activista feminista de Chicago, Estados Unidos de América. Siendo una veterana del ejército de los EUA, Kendall tiene un grado en historia y otro en escritura creativa y en 2013 pasó a ser escritora a tiempo completo, mayoritariamente de piezas cortas de crítica o de ensayo en múltiples plataformas. En 2016 co-editaría la antología Hidden Youth con Chesya Burke y en 2019 publicaría su primera novela gráfica, Amazons, Abolitionists, and Activists: A Graphic History of Women's Fight for Their Rights, ilustrada por A. D'Amico. Hood Feminism (2020) fue su primer libro de no ficción. Ninguno de ellos se ha traducido al español.

Esta es una obra muy interesante e importante, probablemente la obra más importante actualmente dentro del feminismo interseccional de USA en cuanto a raza y género. Extremadamente consciente de otros niveles de opresión y a la vez centrándose en su propia experiencia, Kendall da un toque de atención a la importancia de incluir a todas las mujeres, incluyendo aquellas cuyas prioridades están centradas en la supervivencia y no en los debates intelectuales. Este libro es una gran demostración de cómo no se puede lograr la equidad real sin luchar por todas las mujeres, no sólo las que se consideren respetables o aceptables, y una magnífica critica a cómo en algunos ámbitos del feminismo sólo se ha logrado avanzar a costa de otras mujeres con más ejes de opresión.

La estructura del libro en veinte capítulos es práctica, permitiendo a les lectores leerlo a cachitos para facilitar la digestión. Está dividido en temas, intercalando diferentes enfoques para hacerlo ameno, pero siempre incluyendo en el cuerpo del ensayo las asociaciones a otros temas relacionados. Esta digresión central sucede en casi todos y es un indicador del estilo de la autora, que recuerda mucho a la tradición oral. Si bien podría resultar confuso, creo que es una de las partes fuertes del estilo de la autora, el hecho de que mantenga un estilo que no se amolda a lo esperado, a lo impuesto.

Dicho esto, es un libro que está centrado en los EUA. Si bien es extremadamente importante leerlo, especialmente para aquelles feministes que más influenciades se hallen por la producción de ese país, sus hechos, sus verdades y sus universalismos, en gran parte, sólo son válidos para la configuración política, económica y social específica de su país. Es comprensible que no se haya traducido esta obra al español, puesto que gran parte de sus conocimientos no son extrapolables a otros países, y eso hace que recomiende un poco menos esta obra. Es importante para todas aquellas personas que estén asociadas a los EUA, aunque sea sólo a través del consumo literario, pero es cierto que no tiene (ni pretende tener) una aportación al feminismo internacional o global, salvo algunos temas recurrentes en la intersección entre antirracismo y feminismo.

Y vosotras, ¿conocíais este libro? ¿Vais a añadirlo a vuestra pila?

lunes, 8 de febrero de 2021

Libros de la biblioteca que quiero leer este 2021

Fondo: Un hatillo de paquetes y sobres lilas sobre una mesa. Se pueden ver una pluma estilográfica y tinta negras. En letras de caligrafía negras se puede leer "Libros de la biblioteca" y debajo, en letras de imprenta lavanda, "Que quiero leer".


El título es un poco engañoso, porque lo cierto es que son libros de la biblioteca que ya tengo en casa. Porque, resulta, que tengo en casa CATORCE libros de la biblioteca. Así que, más o menos, supongo que se le podría llamar a esto un bookhaul de la biblioteca, más que una lista de libros de la biblioteca que quiero leer este año. Pero lo cierto es que quiero coger más libros físicos cuando pueda: libros feministas (que luego actualizaré en nuestro grupo de lecturas feministas Páginas Violetas) como The Female Man (El hombre hembra), de Joanna Russ (cuya no-ficción Cómo acabar con la escritura de las mujeres me encantó y reseñé aquí); Milk and Honey (Otras maneras de usar la boca), de Rupi Kaur, o Delusions of Gender (Cuestión de sexos), de Cordelia Fine. También me gustaría leer más cifi y fantasía, como The Long Way to a Small, Angry Planet (El largo viaje a un pequeño planeta iracundo), de Becky Chambers, o Mexican Gothic, de Silvia Moreno-Garcia (de este libro aún se espera la edición en español, aunque pareció confirmarse hace unos meses).

Además, tengo la suerte de contar con una magnífica biblioteca electrónica que se puede usar desde el ordenador que tiene muchos libros feministas que quiero leer, más concretamente este año quiero leer sí o sí: Hood Feminism, de Mikki Kendall (sin edición en español); Invisible Women (La mujer invisible), de Caroline Criado Pérez; The Light Bridgade (La brigada de la luz), de Kameron Hurley (de quien leí la no-ficción La revolución feminista geek, con reseña aquí, y Las estrellas son legión, o Lesbianas en el espacio, con reseña aquí), y Binti, la trilogía de Nnendi Okorafor, además de tener mucha variedad, como los libros de Poirot, de Agatha Christie, o libros juveniles como Dragon Pearl, de Yon Ha Lee, y The Stars We Steal, de Alexa Donne (ambos sin edición en español).

Pero aquí no habéis venido, creo, a oírme divagar sobre cuántos libros quiero leer. En realidad y como dije en mis própositos para 2021, quiero leer más feminismo, y en el reto de Páginas Violetas me he propuesto leer 12 libros feministas, de un total anual general de 36, así que probablemente no me de tiempo a leer todo lo de arriba, todo lo de abajo y todo lo que no es de la biblioteca. Pero los que sí tengo que leer son los que tengo secuestrados de la biblioteca. Se vienen: las fotos de los libros de la biblioteca que tengo en casa.

Libros que ya he leído

Como las bibliotecas están cerradas, también os traigo, de regalo, foto de los libros de la biblioteca que echan de menos su casita pero que, tristemente, siguen aquí. A finales de 2020 terminé de leer el segundo libro de la saga juvenil Vampire Academy, de Richelle Mead: Frostbite (Sangre azul en su edición en castellano). Así en resumen es una novela juvenil bastante inaguantable pero toca temas de responsabilidad y de PTSD. También sigo en posesión del último libro de la saga de Percy Jackson and the Olympians (Percy Jackson y los dioses del Olimpo): The Last Olympian (El último héroe del Olimpo en su... interesante traducción al español), de Rick Riordan. De esta saga hicimos una magnífica LC que me dio la vida (¡gracias otra vez, chicas!) y lo cierto es que me gustaría seguir... Cuando abran las bibliotecas.


También me leí, para el Insolente Bingo Violeta, The Yellow Wallpaper, Herland and Selected Writings, una edición de Penguin Classics de algunas obras de Charlotte Perkins Gilman. De Herland en concreto hice reseña aquí, pero os lo resumo: la autora era una racista inaguantable. También para el IBV me releí el magnífico libro The Tenant of Wildfell Hall (La inquilina de Wildfell Hall), de Anne Brontë (también en una edición de Penguin, aunque recomendaría antes la anotada de Oxford World's Classics), que reseñé aquí y que básicamente es mi clásico favorito. Así, sin trapujos.

El quinto y último libro que tengo de la biblioteca ya me lo terminé en 2021 y fue Castle in the Air (El castillo en el aire), el segundo libro de la trilogía de El castillo ambulante (Howl's Moving Castle) de Diana Wynne Jones. Releí el primero en 2020 (reseña aquí) y mi plan es, si todo va bien, conseguir el último antes de que se acabe el año... O cuando reabran las bibliotecas. Castle in the Air fue diferente pero interesante, y podéis ver la reseña aquí.


Libros que tengo que leer, o La pila de la vergüenza

Lo llamo la pila de la vergüenza porque son nueve y, además, he sido incapaz de apilarlos para una foto. Pero bueno, os traigo varias, para compensar. En mi defensa, tengo tantos libros de la biblioteca porque algunos de éstos los pedí el marzo pasado y no llegaron hasta noviembre, así que de golpe y porrazo me tocó sacar una docena de éstos en el período de un mes. Mi intención es empezar a ponerme en serio con ellos, porque así no se puede estar y porque estaría bien poder devolverlos en cuanto me dejen.




Como podéis ver, son dos montoncitos bastante cuquis. Para nada pesados. Para nada ocupando más espacio del que tengo y para nada amenazando con sepultarme si no los leo rápidamente. La verdad es que vistos así, tan bonitos, hasta parecen inofensivos. Pero bueno, procedamos a hablar un poco y a detallar más de ellos.

El que debería leerme antes es Loveless, de Alice Oseman. En marzo saldrá publicado en español como Sin Amor, por Fandom Books, y a mí me lo recomendó muy fuerte Esther. A rasgos generales, en realidad no sé mucho del libro, salvo que se trata de una protagonista asexual (y aromántica, creo) en su primer año en la universidad. Me apetece mucho leerlo porque, la verdad, no existen suficientes libros con protagonistas dentro del espectro ace en este mundo.

Otro libro que está muy alto en mi TBR (de hecho planeo leerlo este mes si me da la vida) es Girl, Woman, Other (Niña, mujer, otras), de Bernadine Evaristo. Ganador del Booker Prize de 2019, se trata de una colección de relatos de ficción literaria. Toca temas de racismo, feminismo y el colectivo LGTB+ y me llama muchísimo pese a estar alejado de lo que suelo leer.

También tengo dos clásicos del feminismo que pedí ahí como en verano para leer para el IBV y que... Ahora voy a leer para el reto de Páginas Violetas, todo ok por aquí. Se trata, primero, de la antología The Bloody Chamber (La cámara sangrienta), de Angela Carter. Son retellings de cuentos clásicos pero con una vuelta de tuerca feminista, con algunos siendo fantasía y otros terror (me han confirmado mucho gore). El otro es ni nada más ni nada menos que The Left Hand of Darkness (La mano izquierda de la oscuridad), de la mismísima Ursula K. Le Guin. Lo cierto es que no sé de qué va y le tengo un poco de respeto, pero me apetece muchísimo ponerme con este clásico de la ciencia ficción feminista.

Por último (de la lista de "deberías haberte leído esto en 2020") tenemos Children of Virtue and Vengeance (Hijos de virtud y venganza), de Tomi Adeyemi, la segunda parte de Children of Blood and Bone (Hijos de sangre y hueso). Si bien es una fantasía juvenil bastante estándar, es muy interesante como todos los personajes son personas racializadas y sus comentarios sobre racismo y opresión. Como la tercera parte aún no ha salido, estaría bien leer esta e ir al día, para variar.

Pasando a otros libros con menos prioridad, o mejor dicho, libros que no debería empezar aún, tenemos Spinning Silver (Un mundo helado), de Naomi Novik. Me gustó bastante su primer retelling autoconclusivo, Un cuento oscuro (Uprooted), así que llevo mucho queriendo leer este, pero a la vez... Son demasiadas páginas, debería quitarme otros libros de encima antes. También tengo dos sagas que aún no debería empezar: Gideon the Ninth (Gideon la Novena), de Tamsyn Muir, el primero de una trilogía en la que hay esqueletos y gafas de sol, y A Natural History of Dragons, de Marie Brennan (sin edición en español), el primero en una pentalogía en la que hay esqueletos y dragones. Sí, tengo un problema, pero en mi defensa, no esperaba que me llegaran estos antes que los que me faltan para terminar otras sagas.

Para terminar (ahora ya sí, del todo, fin) tengo un libro de no-ficción llamado The Five: The Untold Lives of the Women Killed by Jack the Ripper (Las cinco mujeres: Las vidas olvidadas de las víctimas de Jack el Destripador), de Hallie Rubenhold. Este es el libro que más vergüenza debería darme, porque lo cierto es que lleva casi un año cogiendo polvo (y siendo luego limpiado) en mis estanterías. Lo cogí prestado a principios de Marzo 2020, decidida a leerlo y luego... 2020 pasó, y dejó de apetecerme leer nada tan duro. La verdad es que estoy volviendo a cogerle el ritmo a la vida, así que quiero devolverlo a la biblioteca en cuanto reabran... Y haberlo leído para entonces.

Y hasta aquí hemos llegado

No quería cerrar esta entrada sin recordaros lo importantes que son las bibliotecas. Si tenéis la mala suerte de tener una biblioteca que no es ideal (como la que tenía yo en mi pueblo), es normal sentirse frustrados, pero los servicios públicos son importantísimos. ¡Y todos deberíamos mostrar más amor a nuestras bibliotecas! El mundo del booktube y bookgram y todo eso nos ha llevado a siempre hablar de bookhauls y de presumir de compras, ¡pero las bibliotecas son geniales! Yo tengo mucha suerte de poder leer mucha variedad gracias a la mía, incluso en la pandemia cuando se pusieron las pilas con la biblioteca electrónica y adquirieron muchísimos títulos, pero eso no quita que haya que apreciar todas las bibliotecas.

Si habéis aguantado mi palabrería (o si sólo os habéis mirado las fotos), gracias por llegar hasta aquí. Cuento con vosotres para recordarme que debería estar bajando la lista de pendientes. ¡Así que tenéis permiso para tirarme de las orejas si me veis procrastinando! Sentíos libres de contarme cómo están vuestras bibliotecas, o vuestras pilas, o lo loca que creéis que estoy. ¡Nos leemos!

lunes, 1 de febrero de 2021

Reseña: Señoras ilustres que se empotraron hace mucho, de Cristina Domenech y con ilustraciones de Medusa Dollmaker




Ficha técnica:


Título:
 Señoras ilustres que se empotraron hace mucho
Autora: Cristina Domenech
Ilustradora: Medusa Dollmaker
Editorial: Plan B Ediciones
Año de publicación: 2020
Páginas: 144
Género: No-ficción, divulgación
Sinopsis: Poetas como Safo o Emily Dickinson, las artistas Frida Kahlo y Tamara de Lempicka, las literatas sor Juana Inés de la Cruz y Virginia Woolf, una gran diva de Hollywood y hasta una reina de Inglaterra son algunas de las genias que protagonizan el nuevo libro de la académica Cristina Domenech, que cuenta además con las maravillosas ilustraciones de Medusa Dollmaker.

Señoras ilustres es un recorrido fascinante por la vida intelectual y amorosa de estas señoras con un talento desmesurado y una vida con facetas a menudo silenciadas o tergiversadas por la historia.


Reseña:


Cristina Domenech es escritora, profesora universitaria y doctoranda en literatura histórica desde una perspectiva queer. Con un Grado y un Máster en Estudios Ingleses a su espalda, su andadura con las Señoras que se empotaron hace mucho se inició en su Twitter, donde adquirió seguidores y fama gracias a sus hilos, precisamente, sobre éstas. En 2019 publicó la primera recopilación de éstas, en el libro Señoras que se empotraron hace mucho, que reseñé aquí, y en 2020 sacaría una nueva obra relacionada: Señoras ilustres que se empotraron hace mucho, con ilustraciones de Medusa Dollmaker.

A diferencia de su predecesor, Señoras ilustres que se empotraron hace mucho habla de sáficas famosas, conocidas, que forman parte de nuestra cultura popular y de la cultura general. El libro se estructura alrededor de doce conocidas sáficas, aportándonos una ilustración de Medusa Dollmaker, una breve biografía que habla también de fuentes y de su poso en la cultura y, para terminar, una breve nota de la autora para encontrar más información acerca de ellas. Una auténtica delicia de organización que facilita la lectura de este libro en pequeños bocados.

Una de las partes más importantes de este libro, para mí, fue la selección de estas mujeres. Todas han sido mujeres importantes en la creación de la cultura actual, tanto la más mainstream como la cultura sáfica en particular. Y, aún así, a muchas de ellas sólo las conocía de oídas (de hecho, a una ni la conocía con anterioridad), de saber de sus obras o de haber leído una mención en una nota al pie. No era consciente de la orientación de la mayoría de ellas, pero tampoco me había adentrado en sus biografías o sus aportaciones culturales. Por eso, considero que este libro es casi tan importante como el anterior: la labor de recuperar mujeres olvidadas por la historia, o tergiversadas por ésta, sigue siendo importantísima.

Esta obra es diferente a la anterior. Si bien mantenemos aún el tono humorístico característico de la autora, esta obra es más íntima y nos acerca más a los procesos de búsqueda, investigación y contraste de fuentes que realiza ésta para darnos estos frutos. Es un estudio no sólo de estas mujeres, si no también de las labores históricas que se han hecho para recuperarlas, borrarlas o cambiar su imagen. Al final, pese al tono distendido y la cantidad de humor, cerré el libro con una sensación agridulce, más parecida a la que sentí al terminar de leer Cómo acabar con la escritura de las mujeres, de Joanna Russ (reseña aquí), que la que sentí al terminar de leer Señoras que se empotraron hace mucho.

Pese a ello, ha sido una lectura muy amena que considero muy importante, ¡y espero que estéis de acuerdo!