domingo, 26 de enero de 2020

Rojo sangre (Relato para el #OrigiReto2020)

Rojo sangre


Es una noche serena, y la ciudad está tranquila. Aún es temprano, algunas casas tienen algunas luces encendidas. Es el caso de la mansión de la baronesa, largo tiempo deshabitada. Es bien sabido que sólo vive en ella una vieja ama de llaves, que cuida de la casa en ausencia de su señora. Hay algunas luces titilantes en el salón principal, pero el resto de la casa está a oscuras. Quizás el ama esté disfrutando de una taza de chocolate caliente, a sabiendas de que la dueña de la casa no podrá volver nunca más tras el último cambio en las leyes, algunos meses atrás.

La mujer que está sentada enfrente de la chimenea parece estar leyendo, a la luz de las velas, si bien la habitación está mayoritariamente a oscuras. Su tez pálida contrasta con el rojo de los labios y con el cabello negro, recogido en un tocado típico del siglo pasado y decorado con una pluma roja como la sangre. El rico brocado de su vestido resplandece en la noche, revelando hebras de oro y plata entrelazadas con el más fino hilo. Una única lágrima roja cuelga de su gargantilla de terciopelo. Ladea su cabeza justo cuando la puerta de servicio se abre, varios pisos más abajo, y apenas unos momentos más tarde entra por la puerta otra figura, tapada con una capa oscura que ensombrece todo su rostro, salvo por dos ojos rojos, enmarcados en frondosas pestañas.

—Cecil —llama, con una suave y melódica voz de soprano, la recién llegada.

Pasan unos segundos antes de que Cecil levante la mirada de su libro, en el que cuidadosamente coloca su marcapáginas de plata. Su mirada deambula un largo par de segundos por la estancia, enfocándose despacio hasta posarse en su compañera. La pregunta no llega a asomar a sus labios cuando ya está siendo respondida.

—Traigo malas noticias, cielo. Han cerrado el club, han apresado a Nathalie y no he encontrado a ninguna de las otras en sus casas. A mí no me han visto, pero creo que ha habido una traición.
—¿Y Brianna? ¿Sabéis algo de ella?
—He oído… Cosas —responde finalmente la recién llegada, quitándose la capa. Su vestido de seda está exquisitamente brocado en seda, pero a diferencia de su compañera, su pelo dorado está sujetado en un tocado medio alto, más acorde a los tiempos.
—¿No creeréis…? Eleanor, no podéis creer…
—La razón oficial del cierre del club no es la real. Nosotras sabemos bien por qué nos han cerrado, nuestra lucha ha llamado mucho la atención, pero dicen que lo han cerrado por confraternizar con vampiros. Las malas lenguas dicen que, concretamente, por confraternizar muy íntimamente con vampiresas.

Sólo el crepitar rompe el pesado silencio que se ha instalado entre ambas. La amenaza tiñe las sombras de peligro, proyectando siluetas oscuras en los extremos del salón. Olvidado el libro en el sillón, Cecil se levanta hacia las docenas de flores que decoran la habitación, regalos de fervientes admiradoras y románticas amantes.

—No podemos dejarlas así. No cuando están presas por nuestra culpa.
—¿Qué quieres hacer, cariño?
—Vos creéis que Brianna os ha traicionado… —La voz de Cecil se pierde en el silencio, mientras sus manos juegan con las largas mangas de su vestido—. Creo que va siendo hora de que yo haga algo.
—Pero Cecil, ¿estás segura? Piensa en las leyes. Tú eres conocida, fuiste la patrona de las artes de esta ciudad durante siglos. Tu cara sigue tallada en estatuas y pintada en frescos. Si te reconocen…
—Oh, pero no lo harán, Eleanor, querida… Tú aún eres joven, no he podido enseñarte todo lo que habría querido. Especialmente ahora que somos menos… Pero tengo mis trucos. —La voz de la mayor se afila y sus colmillos asoman entre los labios—. Yo os condené a esta vida, aún cuando en ese momento fuera una bendición, y ahora eres mi mejor amiga.
—Yo elegí esta vida, igual que elegí quedarme contigo para siempre.
—¿Y no creéis que quizá eso fuera lo que molestara a Brianna? —Una minúscula sonrisa asoma a los labios de Cecil, triste como sólo la sonrisa de alguien que ha vivido tanto puede llegar a ser.
—¡Pero hace mucho que no pienso en ti de esa forma! Brianna lo sabía. —Negando con la cabeza, Eleanor se acerca a su amiga. 
—Eso es lo que voy a comprobar. No voy a permitir que nadie os trate así otra vez.

Cecil sale de la habitación, y al poco rato está en la calle, dejando a Eleanor mirando las flores que su amiga colecciona. El ramo de lirios de Margherite destaca por su blanco y por ser el más nuevo de todos, entre el mar de rosas rojas como la sangre. Cecil la encuentra en la misma posición al volver horas más tarde.

—¡Cecil! —Eleanor abraza a su amiga.
—No deberíais haberos preocupado tanto, Eleanor. No por mí.
—¿Te ha reconocido alguien?
—Oh, sí. —Cecil sonríe ampliamente mientras se quita el abrigo, bajo la atenta mirada de Eleanor—. Brianna me ha reconocido. Estaba en su casa, ¿sabéis? Atenta al reloj, como esperando a alguien. ¡Y oh, qué alguien! No he reconocido su cara, pero portaba una bolsa entera de monedas. Os las habría traído, pero han quedado bastante sucias, y quería que mi mensaje llegara claro.
—La has matado.
—Por supuesto. Os ha traicionado, Eleanor. Nadie os traiciona.
—A la próxima, quizá deberías consultarme. No siempre son caprichos, mis relaciones amorosas.
—Oh, pero Brianna lo era. Sé cómo la mirabais. Ahora, deberíais cenar. Temo que tendremos que salir de la ciudad durante un tiempo.
—¿Te has enterado de algo? —pregunta, arqueando una ceja, Eleanor.
—Más bien, les he recordado a las incompetentes autoridades que tienen a una vampiresa muy poderosa viviendo en la mansión más importante de la ciudad. Voy a tener que marcharme, con todo lo que eso implica. No por mucho tiempo, por supuesto. Podríamos visitar a mi tía, en la campiña. Siempre os ha gustado esa zona, ¿verdad? Ahí estaréis a salvo.
—Pero deberíamos ocuparnos de la situación política. No podemos darles la razón y huir, eso es lo que quieren que hagamos. Deshacerse de nosotras. Te tienen mucho miedo, eres poderosa. Podrías acabar con todos ellos y con sus estúpidas políticas fascistas.
—Por supuesto.
—Entonces, ¿por qué deberíamos irnos? Todas nuestras amigas, nuestras compatriotas, tus amantes… Vas a dejarlas a la estacada. Y no me digas que es por mí.
—Por supuesto que sí que es por ti, Eleanor. Pero también me ofendéis. Ya he movido todos los hilos que hacen falta. Yo os podré a salvo y atraeré la atención sobre mi persona, mientras otras compañeras resuelven este pequeño altercado. Ahora, cenad. El viaje será largo y arduo, así que debo ultimar los detalles.
—No quiero salir. ¿Y si vienen a por ti esta noche, Cecil? Quiero estar contigo, protegerte.
—Oh, claro. Pero la cena ya está servida, en el comedor. No la hagáis esperar mucho, podría enfriarse. Y ahora, si me disculpáis, debo hablar con el ama de llaves. Partiremos al amanecer.

En efecto, cuando las autoridades encuentran los cuerpos de Brianna y del oficial, en un charco de sangre y con una pluma roja sobre el manchado oro, es demasiado tarde para encontrar a las vampiresas. La mansión está desierta: ni rastro quedan de la vieja ama de llaves ni de los caballos, ni tampoco de las dos vampiresas, que llevan horas viajando en sus ataúdes.



FIN

  • Este relato forma parte del Reto de Escritura #Origireto2020, organizado por Stiby, de Sólo un capítulo más, y Katty, de La Pluma Azul de KATTY.
  • Este relato, de 1240 palabras, corresponde al objetivo principal 4. Cuenta una historia de amistad infinita
  • También cuenta con la aparición de la Criatura del Camino (objetivo secundario 2): VII. Vampiros/licántropos .
  • Para esta historia se incluyen los objetos 7, una docena, y 8, flores.
  • Objetivos anuales:
    • Este relato tiene a dos protagonistas femeninas, dando 1/3 para Rosa Insolente.
    • También pasa el test de Bechdel, siendo 1/2 para Sororidad.
    • Tiene representación [L]GBT+ o de minorías, siendo 1/3 para Tríada.
    • Hay un poco de crítica social así que podría contar para Inconformista, pero me guardo esta para el futuro porque no considero que lo cumpla mucho.
    • Es un relato de fantasía, cumpliendo 1/2 para Doble Dragón (1/1 relato de fantasía y 0/1 de cifi).
    • Dentro de la fantasía, se ubicaría en la fantasía oscura o fantasía gótica, cumpliendo 1/6 para mi objetivo personal: Escribir 6 relatos de diferentes subgéneros dentro de la fantasía.
  • Podéis encontrar el resto de mis entradas para el #Origireto2020 aquí.