lunes, 17 de agosto de 2020

Reseña: Diario de una escritora, de Virginia Woolf, editado por Leonard Woolf



Ficha técnica:


Título: Diario de una escritora
Título Original: A Writer's Diary
Autora: Virginia Woolf
Editor: Leonard Woolf
Año de publicación: 1953
Páginas: 436
Género: No-ficción, autobiografía
Sinopsis: Más allá de una versión mutilada o censurada de los diarios íntimos de la escritora Viginia Woolf, los textos que forman este Diario de una escritora resultan imprescindibles para una comprensión del método e intención de la novelista inglesa. Dudas y temores, constancia y honestidad, compromiso y desánimo conforman estas páginas como diario íntimo. Nuestra suerte reside en encontrar del mismo modo, en la selección de Leonard Woolf, rastros y testimonios de las impresiones de la autora sobre la concepción de sus obras, sobre la trama y la forma, sobre la caracterización de sus personajes, sobre los avatares de la publicación, y, en definitiva, sobre las circunstancias del proceso creativo.


Reseña:


Virginia Woolf fue una escritora, editora, ensayista y activista feminista que nació en 1882 en Londres, Reino Unido. Publicó su primera novela en 1915, Fin de viaje (The Voyage Out), y seguiría publicando ficción y no-ficción hasta su suicidio en 1941, publicándose a título póstumo su última novela, Entre actos (Between the Acts). Tras su muerte, su marido y editor Leonard Woolf publicó esta versión de su diario, que constaba de 26 volúmenes y que también se ha publicado de forma íntegra como Los diarios de Virginia Woolf, en cinco volúmenes (1915-1941).

Se hace difícil reseñar esta obra, puesto que su carácter fragmentario e inconexo la convierten en una lectura compleja. No sólo debido a los saltos temporales, que son aparentes, si no también por las dudas que provoca acerca de qué ha sido cortado y qué no. Leyendo otras de sus obras, como Una habitación propia (A Room of One's Own) o Tres Guineas (Three Guineas), que reseñé aquí y aquí, surgía la imagen de una mujer feminista, escritora y editora, educada y de clase alta. Una mujer que traía temas nuevos al feminismo, que no era perfecta pero que trataba temas de la posición de la mujer en la sociedad y de safismo. Leyendo esta obra, esas cosas no salen a la luz. Y una se pregunta: ¿acaso su opinión feminista no era relevante a su escritura? ¿Acaso no salió Orlando: una biografía (Orlando: A Biography) de su relación sáfica con Vita Sackville-West? Más adelante, conforme se acerca la guerra, es el tinte político el que tiñe la selección de textos, abandonando, en muchos casos, las cuestiones literarias.

Lo cierto es que es una obra que, el 80% del tiempo, habla de que autores (masculinos) leía, qué libros escribía y cómo, con qué autores (masculinos) hablaba. El propio Leonard sale bastantes veces, en calidad de devoto esposo (¿es eso relevante a la obra literaria de Woolf?) y de editor de su imprenta privada, la Hogwarth Press. Si bien es muy fácil sentirse identificada con sus procesos de escritura y re-escritura, sus quejas sobre escribir por encargo, su intento de encontrar un equilibrio entre ficción y no-ficción y el resto de sus periplos escritoriles, punteados siempre por su trastorno bipolar, su depresión y el resto de sus problemas de salud, una no deja de tener, latente, las preguntas "¿cuánto habrán quitado?" y "¿sería ésta realmente la verdadera Woolf?". Supongo que, en realidad, la única forma de responder a eso es leerse los cinco volúmenes con sus diarios completos. Pero, por ahora, no será.

No dudéis en dejar un comentario si habéis leído el libro o contándome vuestras impresiones. ¡Hasta la próxima!

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